Palabras de Saludo del Embajador del Japón en Ecuador, Excmo. Sr. Hitoshi Noda



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 Llegué a Ecuador a fines del año pasado como nuevo Embajador del Japón en Ecuador. Reciban un cordial saludo. Asimismo, pocos días después de mi llegada coincidió con la celebración del cumpleaños de S.M. Emperador, por lo que tuve la grata oportunidad de participar en dicho festejo y conocer a varias personas que asistieron a la Fiesta de Natalicio del Emperador, y a quienes me gustaría expresar nuevamente mi agradecimiento.

 Desde mi llegada a la ciudad de Quito, me he encontrado con nuevas circunstancias, tales como el cielo azul y amplio, el aire fresco, el contraste entre el sol del día y el frío de la noche y de la madrugada, la tranquilidad y, por su puesto, la altura de la ciudad, circunstancias que todavía me impresionan tanto física como mentalmente. Quizá el motivo se deba a que mi misión anterior la cumpliera en Hong Kong, una ciudad muy grande y con un clima tropical que da al Mar de la China Meridional, en Ecuador, cada mañana me despierto sin poder quitar mis ojos a la belleza de las montañas cubiertas de nieve, montañas que nunca había visto en mi destino anterior.

 Al trabajar en este país, me gustaría destacar en primer lugar, el esfuerzo y la iniciativa de los japoneses y las empresas japonesas que están desarrollando sus actividades en Ecuador. Como es de conocimiento general, tengo entendido que la economía ecuatoriana no se encuentra en una situación muy favorable, esta situación sumada a otras han causado posiblemente la disminución del número de japoneses residentes y de empresas japonesas en Ecuador, en comparación con el pasado. Sin embargo, a pesar de dicha situación, los residentes y las empresas japonesas siguen trabajando decididamente no solamente por su propio negocio sino también contribuyendo al estrechamiento de las relaciones bilaterales entre Japón y Ecuador. De la misma manera, es fundamental el esfuerzo y la cooperación de nuestros amigos ecuatorianos que, sin duda alguna, han venido colaborando permanentemente para lograr la conformación y el fortalecimiento de nuestras relaciones de amistad. Me gustaría reiterar mi profundo respeto y agradecimiento por las actividades de cooperación y culturales que se desarrollan en aras de consolidar las relaciones bilaterales.

 En lo sucesivo, nuestra Embajada continuará brindando su apoyo y trabajando en pro de alcanzar los objetivos planteados, y en lo personal me uniré a dichos esfuerzos. De hecho, Ecuador es mi primer destino de la región de Amércia Latina donde desempeño funciones inherentes a mi carrera diplomática, ante lo cual trabajaré con mucho empeño, no obstante, desearía contar con su valioso apoyo y orientación. De igual manera, y como lo había señalado anteriormente, a pesar de las difíciles circunstancias por las que atraviesa el país, este es un momento en el que no solamente podremos desarrollar aún más sus actividades y proyectos importantes, sino también un momento oportuno que nos permita buscar un nuevo horizonte en base a las experiencias y la sabiduría con las que cuentan ustedes. Si tienen algunos temas en los que la Embajada pueda ayudar o trabajar conjuntamente, les solicito nos los puedan comunicar.

 Un acontecimiento conmemorativo de trascendental importancia es la celebración del centenario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Ecuador y Japón, como un tema significativo no solamente para las relaciones bilaterales sino también para todos los interesados. Se trata de un aniversario de especial connotación histórica que merece celebrarse, así como un punto de partida de una relación fortalecida a través del tiempo y proyectándose hacia el futuro. Estoy seguro de que, gracias a los esfuerzos de ambas naciones, se han dado avances significativos en la preparación de dicho festejo, por lo que la Embajada del Japón y mi persona, continuando con la gestión de mi antecesor el Embajador Toru Kodaki, tenemos la intención de trabajar decididamente, por lo cual, me gustaría seguir contando con su colaboración y cooperación.

 Para finalizar, me gustaría expresar mis mejores deseos de salud y prosperidad en el año nuevo, así como un fructífero desempeño en las actividades de todos quienes visitan esta página y sus familias.

 Enero, 2016